Abril de 1823
4 de abril
Siguiendo con los planes de la Provincia, serán Manuel Durán, Pedro Amigo y Leonardo Olivera los encargados del levantamiento, en espera de la llegada de Lavalleja.
4 de abril
Fundación del Fuerte Independencia, origen de la actual ciudad de Tandil de la Provincia de Buenos Aires en la República Argentina
El Fuerte Independencia fue fundado por el gobernador Martín Rodríguez, para servir de bastión contra los malones indios. Se hallaba ubicado en el lugar en donde hoy está la parroquia del Santísimo Sacramento, frente a la plaza principal de la ciudad de Tandil.
https://es.wikipedia.org/wiki/Fuerte_Independencia
7 de abril
Los Cien Mil Hijos de San Luis entran en el país, restableciendo el gobierno absolutista de Fernando VII. https://es.wikipedia.org/wiki/Restauraci%C3%B3n_absolutista_en_Espa%C3%B1a
https://es.wikipedia.org/wiki/Cien_Mil_Hijos_de_San_Luis
7 de abril
Congreso de Verona (Europa)
El Congreso de Verona, celebrado el 22 de noviembre de 1822 en Verona, la Cuádruple Alianza, así como las potencias que formaban parte de la Santa Alianza, Rusia, Austria y Prusia deciden la reinstauración del absolutismo en España reclamada por el mismo rey, tras el pronunciamiento llevado a cabo por Rafael del Riego que consiguió cercar políticamente a Fernando VII, jurando la Constitución de Cádiz e iniciando el Trienio Liberal que tuvo un gran efecto en el resto de los países europeos.
El 7 de abril de 1823 se produce la invasión de España por parte de los Cien Mil Hijos de San Luis, penetrando con escasa resistencia hasta Cádiz. Comienza así la Década Absolutista, conocida como la Década Ominosa por los liberales. «
11 de abril
Cabildo abierto en Canelones donde estaba acampando Lecor. Discurso de Lucas José Obes donde afirma la amistad con el Emperador de Brasil.
Pero si la Independencia Nacional era la palabra de orden para el Cabildo de Montevideo y la finalidad ansiada en lo íntimo de sus acciones, la misma idealidad, aun desde un punto diametralmente opuesto, perseguían los orientales que permanecieran adictos al Brasil, en la seguridad dada de que el nuevo Emperador no reconocería los actos de Juan VI y la ocupación del territorio Oriental. A la constitución del
Cabildo erigiéndose en corporación suprema, Lecor contestaría declarando esa autoridad intrusa y delincuente, y como la efervescencia de los ánimos amenazase propagarse ya en todo el territorio, García de Zúñiga se dirigió a los comandantes militares de los departamentos, significándoles, que si ellos “lo que deseaban era la independencia del país, esa aspiración la alcanzarían sin recurrir a medios violentos,
como acto espontáneo del Brasil”.55
En tanto, definida la situación de Montevideo, y mientras los cuerpos de la guarnición libraban ya combates 56 con el ejército brasileño, el Cabildo de Representantes, ante la inminencia de la invasión de López,57 exhortaba a los habitantes de la campaña a reunirse a aquellas banderas que representaban “la libertad y la salvación de la Patria”. Lecor mismo, atemorizado ante el giro de los sucesos, daba sus órdenes para impedir las reuniones de ciudadanos y contestaba a las proclamas de Montevideo asegurando que el interés del Brasil era el del Uruguay, y que si los orientales hacían causa común con los brasileños en su lucha con Portugal, el Imperio “aseguraría la independencia y libertad del territorio nacional, dejando únicamente al tiempo que confirmase esa verdad”.58
A este mismo tenor se sujetaban las declaraciones de los Cabildos departamentales convocados para decidirse entre la Independencia absoluta de inmediato, proclamada en Montevideo y la adhesión provisoria al Brasil, como paso previo para obtener el reconocimiento de la misma independencia. El acta de Canelones de 11 de abril, sobre cuyo texto hicieronse las del resto del país, ofrece suficientes elementos de juicio, a fin de penetrar el pensamiento que guiaba a su vecindario. Con esa fecha, citados a la Sala Capitular de Guadalupe, el pueblo y autoridades administrativas y judiciales, a pedimento del Síndico General del Estado, luego de manifestar éste que su deseo era que la Asamblea se pronunciase sobre los principios proclamados en Montevideo, (la independencia absoluta) o el pacto de confederación al Brasil, bajo condiciones que expresamente se determinarían, el voto de los presentes, dice el acta, se decidió por la incorporación al Imperio en términos de la declaración del 20 de octubre de 1822, pero previas la afirmaciones del Síndico, de que esas bases señaladas habían sido aceptadas por el Brasil. El documento que mencionamos refiere, a continuación, que el Síndico General “satisfizo a los señores preopinantes asegurando que una parte de las peticiones expuestas, estaban acordadas”,
pero, para mayor ilustración, debería hacerse comparecer al doctor Lucas J. Obes, quien sería la persona indicada para llevar a Río de Janeiro la impresión exacta del sentir de los habitantes de la campaña. El doctor Obes concurrió a la Asamblea, y de su discurso incorporado al texto del documento, reproduciremos algunos de sus conceptos fundamentales, para desentrañar exactamente las ideas predominantes.
Comenzaba el doctor Obes por vindicarse ante la acusación hecha por la prensa de Montevideo, que le tildara de antipatriota, mencionando, en su descargo, que por patriota los godos le habían perseguido y expatriado; que no había lucrado jamás con la revolución; que a su paso para Lisboa en 1822 se detuvo en Río de Janeiro, donde permaneció un año; que allí había dicho que los pueblos orientales se unirían a un gobierno que les asegurase “todo aquello a que se creían con derecho y por lo que habían sufrido una guerra sangrienta de diez años”. “Esto era en febrero de 1822”, – decía Obes- “creo que entonces, nadie pensase de otra manera, pero ahora, (1823), hay un partido en Montevideo que predica la guerra. La cuestión es, pues, diferente porque se dice en Montevideo, que los pueblos quieren la independencia absoluta y yo lo creo, como creo que cualquiera de nosotros más querría tener cien mil pesos, que cien reis, o un rodeo de veinte mil vacas, que uno de cien. Pero, ¿esto es posible? ¿Podemos constituir un Estado que no dependa de nadie y que pueda sostenerse contra las pretensiones del Brasil? Los anarquistas 59 están por la afirmativa, y dicen más, que seremos los pueblos más felices de la tierra sólo con resolvernos a pelear contra el Imperio; pero, amigos, bueno es discutir en asuntos de tanto interés. Se puede hacerla guerra al Brasil y no tenemos ejército; se puede, y no tenemos un tesoro; se puede, y para conseguir que Santa Fe nos permita reclutar en sus desiertos, hemos gastado seis meses y muchos pesos en diputaciones. Lo que se puede, -agregaba todavía,- lo sé yo también como el más avisado de los que me oyen y el más valiente de los que me censuran. Nosotros podemos meter el país a barato, encender la guerra, poner en alarma a todos los habitantes de la campaña, molestar al enemigo, ocasionarle pérdida, matarle hombres, convertir la provincia en un teatro de sangre, pero lo que no podemos es triunfar, ni cimentar un gobierno, por el mal incurable de la ambición y el anarquismo de que padecen todas las provincias sin excluir a Lima y Caracas, como lo publican las gacetas de Buenos Aires…” y el doctor Lucas Obes, terminaba su alocución manifestando que si nada aconsejaba, pedía simplemente que cada uno expresase su opinión para ser portavoz ante el Imperio y promover allí “la felicidad del Estado, su Independencia y sus Libertades”.
Así lo resolverían el Cabildo y el pueblo de Canelones, y, aprobadas y ratificadas posteriormente esas declaraciones en la misma forma por Maldonado, el doctor Lucas J. Obes se embarcaría un tiempo después para Río de Janeiro.”
55. Oficio de García de Zúñiga al comandante de las milicias de Soriano, J. Puentes. (Archivo de Soriano).
56. “El Argos”, de Buenos Aires, de 23 de marzo de 1823. (Colección del autor).
57. Proclama de López, de 17 de marzo, anunciando su próximo pasaje del Uruguay (original suscrito por López, en el Archivo General Administrativo). Publicado en hoja suelta, Imprenta Alvarez, Buenos Aires, 1823.
58. Copiador de oficios del Gobierno Independiente, 1823. Documentos Cabildo de Montevideo. (Archivo General Administrativo) Isidoro De María: “Historia de la República Oriental del Uruguay”, tomo IV, página 250.
59. Este vocablo empleado por Lucas J. Obes, es el mismo que usaba la prensa de Canelones que llamara a los hombres de Montevideo: facciosos, anarquistas y alvearistas.
En: Blanco Acevedo, o.c.
Fuente:
Walter Rela, Cronología Histórica documentada, Tomo 3
17 de abril
Asamblea Constituyente del Imperio del Brasil
Con representantes de la provincia Cisplatina elegidos por influencia de Lecor. Esto significaba el reconocimiento formal de la incorporación de la Cisplatina al Brasil, y dió pretexto a la sublevación.
El 3 de marzo de 1823, la Asamblea General Constituyente y Legislativa del Imperio de Brasil inició su legislatura para realizar la primera constitución del país. Ese mismo día, Pedro I dijo un discurso a los diputados allí reunidos, dejando claro por qué había afirmado durante su coronación al final del año anterior que la constitución debía ser digna de Brasil y de él.
https://es.wikipedia.org/wiki/Primer_Imperio_de_Brasil
21 de abril
En su intento, Amigo junto con otros patriotas cae prisionero cerca del arroyo Malo (hoy Tacuarembó). Es enviado a la cárcel de Canelones y sentenciado a muerte.
29 de abril
Mientras por un lado se amnistía a los conjurados, por otro, se premia a Rivera por su lealtad, según solicitud de García de Zúñiga.
30 de abril
Consecuencia de esta acción y por las personas supuestamente implicadas, Mansilla le comunica al Cabildo montevideano su negativa a cualquier tipo de auxilio.