Nuestro Mate
«Ser uruguayo» (por un argentino)
Tomado del canal de Youtube reflexiones ríoplatences.
Me ha identificado mucho estas palabras. «El escritor multifacético Hernan Casciari, nacido en Mercedes, Buenos Aires, nos cuenta en su estilo, como es un argentino que encierra a un uruguayo.»
Una «Voz Argentina» que viene de San Ramón, Canelones
Braulio Assanelli, llego del Uruguay con su talento y sencillez y fue elejido La Voz Argentina 2018.
Afirmó: “Soy uruguayo y amo mi país al cual no cambiaría por nada, pero debo reconocer que cada día me gusta más esta tierra argentina. Gracias, Uruguay, por no celar a este país que hoy me da una oportunidad más. Me encantaría que el mundo no tuviera fronteras ni nada que pueda separar lo que somos, lo único que nos separa es la distancia, pero somos todos iguales tanto acá como en el otro lado de la tierra. Somos personas y todos hermanos. Y como siempre digo: Uruguay y Argentina, un solo corazón”, escribió Assanelli en su cuenta oficial de Instagram para acompañar una imagen de la noche en la que volvió a conquistar a los jurados de “La Voz Argentina”.
Quien es?
Una canción…
Magoya
Magoya es considerada como una de las palabras argentinas y uruguayas más utilizadas entre el habla coloquial, sobre todo porque suele acompañarse con las frases: “Andá a contarle a Magoya” o “Andá a cobrárselo a Magoya”
El artículo completo en Lifeder.com
Y para completar esta información que mejor que una canción:
Magoya por Maria Elena Walsh
Ceibo, Flor nacional de Argentina y Uruguay
Leyenda sobre el origen del ceibo
Cuenta la leyenda de los indios guaraníes, que el origen del árbol se remonta a la historia de la hija del cacique, llamada Anahí. Vivían en las márgenes del rio Paraná. Anahí tenia la voz más bella que la de cualquier pájaro, pero no era bonita, por lo cual no tenia hijos.
Un día llegaron los españoles a la rivera del río. El cacique, seguido por su tribu, decidió atacar al campamento español y murió en enfrentamiento.
Anahí vigiló día y noche a quien dio muerte a su padre, hasta que pasado un tiempo, encontró el momento oportuno para matarlo, mientras hacía de centinela. Para darle muerte se aproximó demasiado y luego de disparar la flecha mortal fue apresada por otros españoles.
Los españoles la torturaron y ataron a un árbol para darle muerte prendiéndola fuego junto a él. En vez de gritos de dolor, se escucharon los cantos de Anahí, y vieron cómo el fuego no la quemaba y cómo se elevaba hacia el cielo.
Los soldados españoles corrieron espantados hacia el campamento. Los indios de su tribu, seguidos por su chamán se acercaron al árbol donde amarraron a Anahí y se encontraron con un árbol nuevo, nunca antes visto, con flores rojas con formas de llama. Así nace la leyenda del árbol de ceibo, y así nace el árbol de ceibo.