Ceibo, Flor nacional de Argentina y Uruguay

Ceibo
El Ceibo es la Flor nacional de Argentina y Uruguay. Es un árbol originario de América, especialmente de Argentina (zona del litoral), Uruguay (donde también es flor nacional), Brasil y Paraguay.
Es de la familia de las leguminosas y crece en las riberas del Paraná y del Río de la Plata, pero también se lo puede hallar en zonas cercanas a ríos, lagos y zonas pantanosas. El árbol no es muy alto y posee un follaje intenso color verde. Sus flores son grandes y de un rojo carmín . Además sus raíces son sólidas y se afirman al suelo contrarrestando la erosión que provocan las aguas. Su madera, blanca amarillenta y muy blanda, se utiliza para fabricar algunos artículos de peso reducido. Sus flores se usan para teñir telas.

Leyenda sobre el origen del ceibo

Cuenta la leyenda de los indios guaraníes, que el origen del árbol se remonta a la historia de la hija del cacique, llamada Anahí. Vivían en las márgenes del rio Paraná. Anahí tenia la voz más bella que la de cualquier pájaro, pero no era bonita,  por lo cual no tenia hijos.

Flor de ceiboUn día llegaron los españoles a la rivera del río. El cacique, seguido por su tribu, decidió atacar al campamento español y murió en enfrentamiento.

Anahí vigiló día y noche a quien dio muerte a su padre, hasta que pasado un tiempo, encontró el momento oportuno para matarlo, mientras hacía de centinela. Para darle muerte se aproximó demasiado y luego de disparar la flecha mortal fue apresada por otros españoles.

Los españoles la torturaron y ataron a un árbol para darle muerte prendiéndola fuego junto a él.  En vez de gritos de dolor, se escucharon los cantos de Anahí, y vieron cómo el fuego no la quemaba y cómo se elevaba hacia el cielo.

Los soldados españoles corrieron espantados hacia el campamento. Los indios de su tribu, seguidos por su chamán se acercaron al árbol donde amarraron a Anahí y se encontraron con un árbol nuevo, nunca antes visto, con flores rojas con formas de llama. Así nace la leyenda del árbol de ceibo, y así nace el árbol de ceibo.

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