Una marcha que nos hermana: «San Lorenzo»

Nada podría ser mejor al redactar esta entrada que saber que la Marcha de San Lorenzo fue compuesta musicalmente en 1901 por el músico uruguayo Cayetano Alberto Silva, y con letra escrita en 1907 por un coterráneo de mi provincia, el mendocino Carlos Javier Benielli, vecino y amigo de Cayetano en la Localidad de  Venado Tuerto, provincia de Santa Fe.

La partitura  fue dedicada al coronel Pablo Riccheri, Ministro de Guerra del Ejército Argentino durante la presidencia del general Julio Argentino Roca. Él agradeció el homenaje pero le pidió que le cambiara el título por «Combate de San Lorenzo», pues había nacido en la citada ciudad que fue escenario de la única contienda que el general San Martín llevó a cabo en territorio argentino.

El autor la ejecutó por primera vez en violín para arrullar el sueño de su hija, en febrero de 1901. Fue estrenada oficialmente en 1902 (sin letra) en las cercanías del Convento de San Carlos, donde se libró la batalla de San Lorenzo.

Fue ejecutada el 30 de octubre de 1902 para la inauguración del monumento al héroe en la ciudad de Santa Fe.

Tratandose de la musica, escuchemos la versión del Ejercito Nacional de Uruguay en el desfile del Escuela Militar del Uruguay un 19 de junio en conmemoración del Nacimiento de Artigas:

y ahora interpretado por el regimiento de Granaderos a Caballo:

Más historia en  La increíble historia de la “Marcha de San Lorenzo” y su autor

En otro post hablermos de la Batalla de San Lorenzo, donde combatieron granaderos orientales, porteños, bonaerenses y  de las demás regiones de las Provincias Unidas de Río de la Plata, comenzando por quien llevó la carga del 2do escuadrón: el Cap. Justo Bermudez de Montevideo.

 

Una «Voz Argentina» que viene de San Ramón, Canelones

Braulio Assanelli, llego del Uruguay con su talento y sencillez y fue elejido La Voz Argentina 2018.

Afirmó: “Soy uruguayo y amo mi país al cual no cambiaría por nada, pero debo reconocer que cada día me gusta más esta tierra argentina. Gracias, Uruguay, por no celar a este país que hoy me da una oportunidad más. Me encantaría que el mundo no tuviera fronteras ni nada que pueda separar lo que somos, lo único que nos separa es la distancia, pero somos todos iguales tanto acá como en el otro lado de la tierra. Somos personas y todos hermanos. Y como siempre digo: Uruguay y Argentina, un solo corazón”, escribió Assanelli en su cuenta oficial de Instagram para acompañar una imagen de la noche en la que volvió a conquistar a los jurados de “La Voz Argentina”.

Quien es?

Una canción…

Magoya

Magoya es considerada como una de las palabras argentinas y uruguayas más utilizadas entre el habla coloquial, sobre todo porque suele acompañarse con las frases: “Andá a contarle a Magoya” o “Andá a cobrárselo a Magoya”

El artículo completo en Lifeder.com

Y para completar esta información que mejor que una canción:

Magoya por Maria Elena Walsh

 

 

 

Milonga para los Orientales – Jorge Luis Borges

Milonga que este porteño
dedica a los orientales,
agradeciendo memorias
de tardes y de ceibales.

El sabor de lo oriental
con estas palabras pinto;
es el sabor de lo que es
igual y un poco distinto.

Milonga de tantas cosas
que se van quedando lejos;
la quinta con mirador
y el zócalo de azulejos.

En tu banda sale el sol
apagando la farola
del Cerro y dando alegría
a la arena y a la ola.

Milonga de los troperos
que hartos de tierra y camino
pitaban tabaco negro
en el Paso del Molino.

Milonga del primer tango
que se quebró, nos da igual,
en las casas de Junín
o en las casas de Yerbal.

Como los tientos de un lazo
se entrevera nuestra historia,
esa historia de a caballo
que huele a sangre y a gloria.

Milonga de aquel gauchaje
que arremetió con denuedo
en la pampa, que es pareja,
o en la Cuchilla de Haedo.

¿Quién dirá de quienes fueron
esas lanzas enemigas
que irá desgastando el tiempo,
si de Ramírez o Artigas?

Para pelear como hermanos
era buena cualquier cancha;
que lo digan los que vieron
su último sol en Cagancha.

Hombro a hombro o pecho a pecho,
cuántas veces combatimos.
¡Cuántas veces nos corrieron,
cuántas veces los corrimos!

Milonga del olvidado
que muere y que no se queja;
milonga de la garganta
tajeada de oreja a oreja.

Milonga del domador
de potros de casco duro
y de la plata que alegra
el apero del oscuro.

Milonga de la milonga
a la sombra del ombú,
milonga del otro Hernández
que se batió en Paysandú.

Milonga para que el tiempo
vaya borrando fronteras;
por algo tienen los mismos
colores las dos banderas.

Una hermosa anécdota de China Zorrilla sobre Jorge Luis Borges

 

Ceibo, Flor nacional de Argentina y Uruguay

Ceibo
El Ceibo es la Flor nacional de Argentina y Uruguay. Es un árbol originario de América, especialmente de Argentina (zona del litoral), Uruguay (donde también es flor nacional), Brasil y Paraguay.
Es de la familia de las leguminosas y crece en las riberas del Paraná y del Río de la Plata, pero también se lo puede hallar en zonas cercanas a ríos, lagos y zonas pantanosas. El árbol no es muy alto y posee un follaje intenso color verde. Sus flores son grandes y de un rojo carmín . Además sus raíces son sólidas y se afirman al suelo contrarrestando la erosión que provocan las aguas. Su madera, blanca amarillenta y muy blanda, se utiliza para fabricar algunos artículos de peso reducido. Sus flores se usan para teñir telas.

Leyenda sobre el origen del ceibo

Cuenta la leyenda de los indios guaraníes, que el origen del árbol se remonta a la historia de la hija del cacique, llamada Anahí. Vivían en las márgenes del rio Paraná. Anahí tenia la voz más bella que la de cualquier pájaro, pero no era bonita,  por lo cual no tenia hijos.

Flor de ceiboUn día llegaron los españoles a la rivera del río. El cacique, seguido por su tribu, decidió atacar al campamento español y murió en enfrentamiento.

Anahí vigiló día y noche a quien dio muerte a su padre, hasta que pasado un tiempo, encontró el momento oportuno para matarlo, mientras hacía de centinela. Para darle muerte se aproximó demasiado y luego de disparar la flecha mortal fue apresada por otros españoles.

Los españoles la torturaron y ataron a un árbol para darle muerte prendiéndola fuego junto a él.  En vez de gritos de dolor, se escucharon los cantos de Anahí, y vieron cómo el fuego no la quemaba y cómo se elevaba hacia el cielo.

Los soldados españoles corrieron espantados hacia el campamento. Los indios de su tribu, seguidos por su chamán se acercaron al árbol donde amarraron a Anahí y se encontraron con un árbol nuevo, nunca antes visto, con flores rojas con formas de llama. Así nace la leyenda del árbol de ceibo, y así nace el árbol de ceibo.