Agosto de 1822
23 de agosto
Se discute en la Corte Constituyente de Lisboa el destino de la Prov. Cisplatina, con dos tendencias: diputados portugueses que ”se pidiese orden al Ejecutivo para retirar de la Prov. de Montevideo las tropas portuguesas” y los diputados brasileños opuestos a esto, que entendían que la Provincia debía seguir bajo su “protección”.
Fuente:
Cronología Histórica Documentada – Tomo 3 – Walter Rela
Del 24 al 28 de Agosto
Se celebra con festejos en Montevideo la incorporación de la Provincia Cisplatina a Portugal
En esta ocasión, los actos tuvieron un carácter esencialmente popular y se cumplieron en la plaza principal, frente al Cabildo, desde cuyo balcón fueron presenciados por el Barón de la Laguna. Por la mañana hubo formación militar, salvas y Te Deum en la Iglesia Matriz. Por la tarde, la función, bulliciosa y propicia para ganarse la simpatía del pueblo, se compuso de desfiles de mascaradas y carros alegóricos; de danzas, en las que intervinieron “bailarines blancos, cada uno con un arco en la mano”, y “bailarines blancos negros”; y de corridas de toros portugueses; todo ello animado bien por la música o por las piruetas y contorsiones de los enmascarados.
Abrió la marcha un carro “llamado triunfante —dice en malicioso tono el corresponsal— con tres personas dentro, y un negro con una culebra en la mano”. Agregando, luego, a título de comentario, que en el acto pensó “que el triunfo era, el de las cuatro personas sobre la libertad de este pueblo; y que las tres personas eran, un Barón, un intendente, un magistrado: y el negro, un jefe de una primera brigada.” Y proseguía: “El otro carro conducía una gran música, tocando con tanta destemplanza, que todos fallaron por esta muestra que tan miserable sería la función toruna de la tarde, como lo había sido la de la mañana.
En seguida entró otra música desmontada toda vestida de blanco, y representando el candor, bien de aquel congreso que hizo la incorporación, ó del general que se la prescribió.”
Por la noche hubieron luminarias, aunque éstas fueron pobres, limitándose al Cabildo, la casa del general Lecor y a aquellas otras en que habitaban portugueses, pese a los anuncios que se fijaron para que el vecindario cooperase en la iluminación.
“Con la orden —expresa el cronista— se había aventajado que pusiese tres luminarias un boticario, pero no pasó mucho sin que se las robasen dos soldados portugueses.” Gesto de desdén e indocilidad, a no dudarlo, esto de no atender a la sugerencia de las autoridades portuguesas; signo de descontento público y de hostilidad, evidentemente también, que da la tónica de los sentimientos políticos de un pueblo altivo que así, a poco de la decisión histórica de incorporar la Provincia al Reino de Portugal —decisión en la que no había participado—, mostraba mantener su voluntad de resistencia en medio de las más duras pruebas y adversidad.
Fuentes:
Cronología Histórica Documentada – Tomo 3 – Walter Rela